Algunos las conocéis, otros no las habíais visto nunca. Son pequeños tubos de madera o cajitas en las que antiguamente se guardaban las agujas.
¡Qué diferentes de las actuales, hechas de plástico!
La forma y el tamaño del tubo varía en función del tipo y la longitud de la aguja.Estas de hoy son para agujas de coser y bordar.
Una era de Nanita, las otras las encontré en un anticuario.
Nanita, cada tarde, tras disfrutar de su tacita de té, dedicaba un tiempo a la costura. Era su momento.
Todavía recuerdo el sonido de la cajita al abrirse. ¡Me tenia fascinada!
Estos portaagujas son como todas las cosas del desván, bonitos y llenos de sentimientos 😉